sábado, 2 de abril de 2011

Hora de Aventuras: la serie de dibujos animados definitiva

Las teorías de Sigmund Freud se pueden aplicar a cualquier programa de entretenimiento televisivo para obtener una idea muy clara de por qué funciona. Se trata de la extraña pareja formada por el ego y el superego: su combinación crea el conflicto, la fricción y el humor que normalmente se convierten en entretenimiento de calidad. Algunos ejemplos son Michael Scott contra sus empleados en The Office, Mr. Mxyzptlk contra Superman, Picard contra Q, o los protagonistas de La extraña pareja, Félix y Óscar. El humor se define en parte por su incongruencia.


Los grandes programas de entretenimiento surgen cuando estos papeles cambian de modo inesperado, y no hay mejor vehículo para ello que los dibujos animados. Muchas de las series recientes de dibujos animados cuentan la historia de algún adolescente con exceso de confianza y extraños poderes, que aprende a utilizarlos en el mundo hostil que le rodea. Pero de vez en cuando, se cambia la receta y ocurre algo glorioso. Me refiero a Hora de Aventuras.


Hora de Aventuras afronta la narración con esa alegría descarada que conjuran las mentes de los niños, o la combinación de muchas horas de Dungeons and Dragons y lo mejor del arte pop surrealista; es como si los trazados subconscientes que se pintan en el margen de un cuaderno, durante una clase de matemáticas, cobraran vida de repente.
finn y jake dibujos animados
Finn es un niño de 12 años con las ideas muy claras acerca de lo que significa ser un héroe y la determinación de acabar con todo lo que se interponga entre él y el heroísmo. Jake es un perro de 28 años, con poderes prácticamente ilimitados. No existe un trasfondo real, no existe una complicada explicación acerca de por qué un niño anda por ahí con un perro que habla, no existen límites teóricos para las aventuras de Finn y Jake. Y es precisamente ese tipo de narrativa sencilla e ilimitada lo que le da a esta serie su belleza.


Finn y Jake son personajes que representan el lugar en el que se encuentran el orden y el caos. El mimo nombre de su mundo es una expresión de sopresa: Ooo. Si la tierra de Ooo no estuviera poblada por una enorme variedad de gigantes, unicornios arcoiris, vampiros, nubes que hablan, princesas, trolls, hechiceros, demonios, hombres lobo, y casi cualquier cosa que podamos imaginar, la serie seguiría teniendo a sus encantadores protagonistas, pero seamos sinceros: vemos películas de terror por los monstruos y vemos Star Wars por los aliens. En un mundo en el que todo puede existir, las posibilidades son desbordantes. Los enemigos de cada capítulo, con su excelente diseño, son un potente motor en esta serie.


Finn y Jake son muy divertidos. Les parecen graciosos los culos y no se desenvuelven muy bien con las chicas. Les gusta cantar y bailar, rescatar criaturas en peligro, y sienten un amor profundo por el tipo de orden que han sido capaces de proteger en su mundo. Es una serie única que se define por su propia falta de definición y su sabiduría innata. Es el arte de los dibujos animados en su expresión más pura y efectiva: atractiva para varias generaciones, un poco transgresora, simpática y sin una pizca de sensiblería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario